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Otrora la cosa consistÃa en aumentar el pecho, pero en la actualidad ha pasado a mayores. Hoy dÃa damos volumen a nuestros glúteos, firmeza a las caderas, aumento de labios, cambiamos el color de los ojos, eliminamos manchas de la piel, retocamos nariz y mil maniobras más.
Por lo visto, tener los labios de Angelina Jolie o los ojos de la mujer del cienciólogo Cruise, Katie Holmes, satisface de forma supina al sexo femenino. Asà lo afirma el Instituto de CirugÃa Estética y Reconstructiva de Beverly Hills (EE.UU.).
La unión de belleza y riqueza, puede llevar a interpretaciones erróneas. Buscar de forma única la belleza exterior, pese a la satisfacción que en un primer instante pueda significar, no conlleva al éxito en la vida. No olvidemos que tanto Jolie como Knightley han llegado a la fama tras una ardua carrera en el mundo de la interpretación.
Ansiamos la perfección. Pocas veces contentos con nosotros mismos, buscamos crecer el ego gracias al bisturÃ. Los tratamientos de belleza, que evolucionan de forma continua, cada vez son capaces de obrar más milagros. Otrora, la cosa consistÃa en aumentar el pecho, pero en la actualidad ha pasado a mayores. Hoy dÃa damos volumen a nuestros glúteos, firmeza a las caderas, aumento de labios, cambiamos el color de los ojos, eliminamos manchas de la piel, retocamos nariz y mil maniobras más.
El desembolso económico no es precisamente pequeño. Por esta razón, son primero las personas adineradas quienes buscan rehabilitar su fachada exterior. Como es lógico, aquellas que trabajan con su imagen son las interesadas por antonomasia. En este grupo se encuentran las actrices. Ellas perseveran en su intento de acercarse al canon femenino, en hallar la perfección fÃsica.; en ser la mujer perfecta.
La gente las ve en el cine y sólo piensa en parecerse a ellas, y no precisamente en cuanto a estudios interpretativos se refiere. Se trata de imagen. Por lo visto, tener los labios de Angelina Jolie o los ojos de la mujer del cienciólogo Cruise, Katie Holmes, satisface de forma supina al sexo femenino. Asà lo afirma el Instituto de CirugÃa Estética y Reconstructiva de Beverly Hills (EE.UU.).
Según el sondeo que elabora cada año este centro, titulado “Hollywood’s Hottest Looks”, son los atributos de las actrices anteriores, sumados al cuerpo de Jessica Biel, el objeto de deseo de las mujeres que acuden en busca de un cambio. Estos “arreglitos” constituyen parte del fÃsico de la “mujer perfecta”. Y que Platón, con sus ideales acerca de la perfección, se remueva en su tumba.
Los doctores Richard Flemming y Toby Mayer, miembros de la institución estadounidense, niegan que la clientela busque sólo un modelo en concreto. Según dicen, lo que la mayorÃa pide es imitar cierta parte de la celebridad deseada. Por ejemplo, en el caso del órgano nasal, el perfil a seguir es el de la actriz Katherine Heigl, del equipo de AnatomÃa de Grey. Por otra parte, a la hora de perfilar unas mejillas, la actriz más requerida es Keira Knightley.
La unión de belleza y riqueza, según como se interprete, puede llevar a interpretaciones erróneas. Buscar de forma única la belleza exterior, pese a la satisfacción que en un primer instante pueda significar, no conlleva al éxito en la vida. No olvidemos que tanto Jolie como Knightley han llegado a la fama tras una ardua carrera en el mundo de la interpretación.
Para conseguir la “mujer perfecta”, pues, es necesario hacer acopio de cultivación intelectual. Hay que “amueblar la cabeza” a fin de ofrecer a los demás una imagen positiva tanto interior como exterior, es decir, una lindeza total. Una operación de cirugÃa estética, si podemos pagarla, siempre ayudará a corregir nuestros pequeños defectos fÃsicos. La verdadera belleza, sin embargo, y por tópico que suene, está en el interior.
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